José Ángel Montell, ciudadano venezolano, ha estado inmerso en el negocio de las armas desde la década de los 90. Su vida ha estado marcada por una serie de eventos turbulentos que incluyen violencia, contrabando y tiempo en prisión. A pesar de su historial, en la actualidad, dirige una academia de seguridad en Caracas, donde se imparten cursos de defensa personal, escolta armada y tiro. Además, son ofrecidos otros servicios relacionados con la seguridad.
En sus inicios, Montell trabajó como vendedor de armas para Inversiones Iaseteca, una empresa de seguridad y venta de armas en Caracas, propiedad del ex teniente del Ejército venezolano, Juan Carlos González. Durante su tiempo en Iaseteca, Montell se vio involucrado en un trágico incidente. Según una fuente familiarizada con el caso, Montell tuvo una disputa con un socio que le debía dinero por la venta de unas pistolas. La discusión escaló y, en medio del altercado en la sala de conferencias de la compañía, Montell disparó y mató a su socio.
Montell fue defendido por el abogado y exfiscal Juan Carlos Gutiérrez, quien años más tarde se convertiría en el defensor del político opositor Leopoldo López, actualmente exiliado en España. Montell alegó que actuó en defensa propia, argumentando que el fallecido, identificado como Manuel José Perdomo, estaba borracho. Con esta versión, Montell fue absuelto de los cargos de homicidio intencional que se le imputaron.
Años después, Montell aprovechó la ciudadanía estadounidense de su hijo mayor, fruto de su primer matrimonio, para viajar a Estados Unidos. Allí, utilizando sus contactos en Venezuela, comenzó a comprar armas de fuego y a enviarlas a su país de origen a través de una empresa de encomiendas llamada Excel Express Cargo Corp., ubicada en Medley, Florida. Esta empresa, junto con otras situadas en Doral, cerca del aeropuerto de Miami, se dedicaba a enviar carga a Venezuela. Sin embargo, Montell estaba violando la ley estadounidense, que desde agosto de 2006 prohibía la exportación de artículos de defensa y servicios a Venezuela, bajo una sección de la Ley de Control de Exportación de Armas. Montell no tenía licencia para enviar las armas y no informaba a la empresa de envíos sobre el contenido real de los paquetes.
Lo que Montell no sabía era que un agente federal encubierto de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) lo había contactado como parte de una operación para detenerlo. Montell aceptó la oferta del agente encubierto y comenzó a hacer tratos para exportar armas a Venezuela. En una de esas operaciones, Montell cayó en la trampa y fue arrestado por las autoridades estadounidenses.
Las armas que Montell enviaba a Venezuela no eran para uso personal. Una persona familiarizada con el asunto reveló que las armas eran recibidas por unos pilotos, amigos de Montell, quienes las trasladaban a la frontera con Colombia. Allí, las armas eran entregadas a las FARC y al ELN, dos grupos guerrilleros que operaban en la zona.
Por este caso, Montell fue condenado a prisión en una cárcel federal de Atlanta y, tras cumplir su condena, fue deportado a Venezuela, con la cancelación de su residencia en Estados Unidos.
El hijo de Montell sigue sus pasos: Contrabando de balas y problemas legales
Mientras José Ángel Montell cumplía su condena en Estados Unidos, su hijo mayor, Kevin José Montell, se encargó de enviar electrodomésticos y otras mercancías desde Florida a Venezuela, utilizando la misma empresa que su padre había usado para el contrabando de armas, Excel Express Cargo Corp. Estos envíos se realizaron durante aproximadamente 9 meses.
En el año 2013, Kevin José Montell, quien entonces tenía 24 años, aparentemente creyó que el caso de su padre había caído en el olvido. Se aventuró a enviar de contrabando a Caracas un total de 3,600 balas de 9 milímetros. Como resultado, fue detenido junto a su madre, Yanina José Matos, por agentes de Seguridad Nacional (HSI). Ambos fueron acusados de no obtener una licencia federal para el envío y de no notificar a la empresa de envíos sobre el verdadero contenido de los paquetes.
Excel Express Cargo Corp. no estaba al tanto de que tanto Montell como su hijo habían utilizado sus servicios para enviar armas y balas a Venezuela, hasta que se revelaron sus respectivos casos.
A pesar de los problemas legales de su padre y de su propia condena, una fuente sugirió que Kevin José Montell podría estar viviendo en Estados Unidos gracias a su ciudadanía. Sin embargo, la realidad es que durante 2023, Kevin ha estado participando en torneos de pádel en Caracas, un deporte que ha ganado popularidad en la ciudad. Además, Kevin Montell se dedica a ofrecer consejos sobre criptomonedas en las redes sociales y a colaborar en el negocio de su padre en la Corporación Fortitude 24, C.A.
Antes de su detención, José Ángel Montell era socio de la firma SOLATIN LLC, con sede en Doral, Florida.
José, el medio hermano menor de Kevin, fruto del segundo matrimonio de Montell, también reside en Caracas. En las redes sociales, presume de sus viajes y lujos, y cuenta con varios miles de seguidores, al estilo de algunos influencers. José figura como secretario en la CORPORACION FORTITUDE 24 CORP, registrada en Florida en junio de 2022, junto a su padre y su hermano Kevin. Esta empresa, sin embargo, se encuentra inactiva en la actualidad.
Corporación Fortitude 24: La academia de seguridad de Montell en Caracas
En la actualidad, José Ángel Montell dirige la Corporación Fortitude 24, C.A., una empresa que opera como una academia de seguridad en Caracas. La academia ofrece una variedad de cursos, incluyendo defensa personal, supervivencia policial, escolta armada y prácticas de tiro en su propia galería de tiro. Además, la Corporación Fortitude 24, C.A., brinda otros servicios relacionados con la seguridad.
Entre los clientes de la academia se encuentran cuerpos de seguridad venezolanos, particulares y empresas privadas. El propio Montell participa activamente como instructor en la academia, que cuenta con la acreditación de la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX) de Venezuela.
La vida de José Ángel Montell ha estado llena de altibajos. Desde sus inicios como vendedor de armas en Inversiones Iaseteca, hasta su paso por la cárcel en Estados Unidos y su actual rol como director de una academia de seguridad en Caracas, Montell ha demostrado una constante: su innegable conexión con el mundo de las armas y la seguridad.
A pesar de su deportación de Estados Unidos y la cancelación de su residencia, Montell ha logrado establecerse nuevamente en Venezuela, donde continúa trabajando en el sector de la seguridad. Su experiencia y conocimientos, sin embargo, siempre estarán empañados por su pasado turbulento.