Durante la infancia, algunos niños eligen una manta o un peluche que rara vez sueltan. Los psicólogos señalan que este material, conocido como objeto transicional, forma parte de un proceso que es natural e importante para el desarrollo psicológico del niño.
El concepto de objeto transicional lo introdujo el pediatra y psicoanalista Donald Woods Winnicott en el siglo XX durante su incursión en la atención de niños, debido a que se centraba en la relación madre-hijo y su influencia en el desarrollo emocional de los niños.
“(Winnicott) se fue dando cuenta de que los niños, entre los seis y siete meses de nacido, empezaban a tener un objeto de tipo físico que, de alguna manera les calmaba y quitaba la ansiedad”, detalló la psicóloga Yuraima Cruz en entrevista para El Diario.
Cruz destacó que la importancia de los objetos transicionales es que sirven como “un puente” entre el mundo interno del niño y el exterior. Además, le permite al niño expresar sus emociones y sentimientos.
“El objeto transicional le permite al niño explorar y algunas veces es maltratado por el niño y es una manera indirecta de no generar situaciones de agresión con el cuidador. Tiene entonces varias funciones como consuelo y seguridad, apoyo emocional para afrontar el mundo exterior, regular sus emociones y fomenta la independencia de sus cuidadores”, precisó.
Los objetos transicionales más comunes
Entre los objetos transicionales más comunes, la psicóloga mencionó los peluches, las mantas y los trozos de tela suave. Estos elementos acompañan al niño en la transición entre la ilusión de estar unido a su madre y la comprensión de que es un ser independiente.
“Este objeto tiene la función de que el niño pase de un estado de fusión de dependencia emocional con el cuidador a un momento de individuación y este objeto sustituye parcialmente el apego que tiene al cuidador y le otorga consuelo y seguridad”, añadió.

Los expertos como Winnicott aseguran que, además de los objetos transicionales, existen también procesos transicionales que “consisten en experiencias que le dan calma a los niños”. Cruz señaló que entre estas experiencias están las canciones de cunas y rituales que realizan los infantes.
“Cuando los niños van a la guardería, que se deben separar de los padres, los objetos transicionales resultan muy útiles porque de alguna manera les transmite tranquilidad y consuelo”, dijo.
Asimismo, subrayó que los objetos transicionales se consideran “normales” y “saludables” para el desarrollo infantil. También insistió en la importancia de respetar el objeto que elige el niño, aunque con el tiempo disminuye la necesidad del objeto.
La edad en la que el niño deja el objeto transicional
La psicóloga Yuraima Cruz apuntó que el uso de los objetos transicionales puede transcurrir hasta los 4 y 5 años de edad y relaciona este cambio con el inicio de la etapa preescolar de los infantes, pero en algunos casos particulares se puede extender este proceso.
“Algunos niños, por situaciones particulares de la vida familiar, como por ejemplo, conflicto, violencia, separaciones de la familia y migración puede que mantengan el uso del objeto transicional posterior a los 5 años de edad”, aclaró.

En este sentido, la experta señaló que algunos niños cercanos a la preadolescencia podrían tener un objeto transicional. Sin embargo, no es tan común que se mantenga este vínculo.
“No es tan común porque se supone que el niño ha desarrollado una autonomía, una seguridad personal que le permiten salir del uso del objeto transicional e incorporarse a otros intereses como el juego con otros niños y la creatividad”, explicó.
En caso de que esta etapa de transición se extienda, la psicóloga recomienda consultar con un especialista para ver qué situación llevó al niño a permanecer en esta dependencia del cuidador.
Recomendaciones sobre los objetos transicionales
La psicóloga Yuraima Cruz ofreció las siguientes sugerencias para los padres que acompañan a sus hijos en esta etapa:
- Permitir que el niño elija y use su objeto libremente, ya que le brinda seguridad y lo ayuda a manejar la ansiedad ante la separación del cuidador.
- No quitárselo a la fuerza ni burlarse de su apego; es importante respetar su necesidad emocional y dejar que el niño se desprenda del objeto cuando esté preparado.
- Consultar con un especialista si el vínculo con el objeto se prolonga más de lo habitual o genera preocupación en los padres.
- Mantener el objeto en buen estado e higienizarlo cuando sea necesario, explicándole al niño la razón de esa limpieza para evitar conflictos.
- Dejar que el niño lleve el objeto en viajes o a la escuela, siempre que se acuerde con la maestra un lugar seguro para guardarlo.

Además, aseveró que es importante que los padres se corroboren que el objeto está fabricado con materiales seguros y no con piezas pequeñas que puedan desprenderse y que el niño pueda tragarlas y evitar que sea algo electrónico.
La entrada ¿Qué son los objetos transicionales y por qué brindan seguridad a los niños? se publicó primero en El Diario.

