La obra de teatro Simón, del dramaturgo venezolano Isaac Chocrón y dirigida por Rafael Barazarte, extendió su temporada en cartelera en los espacios del Trasnocho Cultural hasta el domingo 9 de noviembre para introducir a la audiencia al lado más humano de la figura del Libertador Simón Bolívar.
Ambientada en París, Francia, durante 1804, esta historia sigue la depresión y la nostalgia opacan la mirada del joven Bolívar, quien no encuentra su lugar en el mundo. Rodeado en un ambiente de coronación y sentimientos de libertad, el Libertador acude a su maestro Simón Rodríguez que ahora se llama Samuel Robinson.
Mucho ha cambiado en la vida de ambos desde la última vez que se vieron en San Mateo. Sin embargo, Rodríguez no ha abandonado esa ilusión que el libro de Émíle de Jean-Jacques Rousseau depositó en ambos.
Tras el éxito de su estreno el 3 de octubre, Simón extendió sus funciones hasta el domingo 9 de noviembre.
El equipo detrás de Simón
Además del director Rafael Barazarte, en el equipo detrás de esta obra destacan los actores: Alejandro Míguez y Andrés Moros, quienes interpretan a Simón Rodríguez y a Simón Bolívar, respectivamente.
Otros miembros del equipo son Fernando Garantón en la dirección de arte, Cape Grillet, en el vestuario; Anthony Castillo en la escenografía, María Teresa Coronado a cargo de la iluminación, Mauricio Donelli en la fotografía, Jesús Navas a cargo de los videos testimoniales, Lola Zanchi en la asistencia general y Andrea Álvarez en la asistencia de producción.
La importancia de Simón
La importancia de esta obra, producida por Queiroz Publicidad / Douglas Palumbo, es cuestionar a través de una obra de ficción las motivaciones que llevaron a una de las figuras más importantes de la historia de Venezuela y Latinoamérica a embarcarse en una lucha por la independencia de su país y otras naciones.
A través de una escenografía, vestuario que busca evocar el siglo XIX y con la “Sinfonía Heroica” de Beethoven como música de fondo, la obra busca explicar las razones que llevaron a un hombre con una vida acomodada y llena de privilegios a embarcarse en la lucha por la independencia de su propio país y otras naciones.
De esta manera, Simón busca responder la pregunta sobre si un héroe nace como tal o son sus circunstancias las que lo convierten en uno, cumpliendo con la visión del teatro que tenía Isaac Chocrón sobre un espacio en donde las obras “plantean preguntas” y las personas van a él para “sacar sus propias respuestas”.
La visión más humana del Libertador
La obra de Chocron, desde la visión de su director Rafael Barazarte, muestra una versión menos idealizada y más humana de Simón Bolívar: la del hombre detrás del héroe histórico que estaba lleno de ideas, ambiciones y dolor.
Simón tiene como punto de partida a un joven Bolívar recién enviudado viajando por Europa y reencontrándose con su maestro de la infancia, Simón Rodríguez, quien reside en Francia con una identidad falsa.
A lo largo de esta pieza teatral se puede ver una evolución en ambos personajes que la protagonizan y el profundo vínculo que existe entre un maestro y su alumno, que termina convirtiéndose en una importante influencia en el Libertador.
Además de mostrar la amistad entre las dos figuras históricas, la obra también explorar la visión política e ideológica que tenían los dos Simón durante la coronación de Napoleón Bonaparte y la dominación de España sobre sus colonias en América, especialmente en Venezuela.
En Simón la audiencia acompaña a los personajes en el viaje de transformación del Libertador, quien pasará de un estado melancólico y lleno de apatía por la vida a uno de mayor ánimo y convicción tras encontrar un propósito de la mano de su maestro.
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