La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) anunció el 22 de septiembre la aprobación de la leucovorina como tratamiento para niños con autismo y deficiencia cerebral de folato.
Según la FDA, este medicamento genérico, utilizado previamente en pacientes con cáncer o anemia, podría ayudar a los niños con autismo a mejorar su comunicación verbal.
«Un estudio descubrió que, en niños con autismo y deficiencia crónica de folato, dos tercios de los niños tuvieron mejoras, y algunos presentaron mejoras destacadas. El presidente nos indicó que hiciéramos lo correcto médicamente, que fuéramos audaces y no nos preocupáramos por corporaciones ni grupos de presión», aseguró el comisionado de la FDA, Marty Makary, durante un evento en la Casa Blanca.
Makary compareció junto al presidente Donald Trump y el secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., para anunciar esta y otras decisiones relacionadas con el autismo.

Kennedy destacó que la leucovorina estará cubierta por Medicaid y seguros estatales, y que serán los médicos quienes determinen las recetas y el seguimiento de los niños que la reciban.
Advertencia sobre el paracetamol y la reacción científica
Durante la misma conferencia, Trump calificó la situación del autismo en EE UU como una «crisis horrible» y pidió limitar el uso de paracetamol (Tylenol) durante el embarazo, asegurando que «no hay ninguna desventaja» en reducir su consumo salvo que sea médicamente necesario.
El director de la FDA anunció que se colocarán advertencias en las etiquetas sobre sus posibles implicaciones en el desarrollo del autismo.
Kennedy señaló que los Institutos Nacionales de Salud (NIH) habían priorizado investigaciones “políticamente seguras y totalmente infructuosas” sobre factores genéticos, comparándolo con estudiar cáncer de pulmón sin analizar los cigarrillos.
Trump añadió que, según rumores, en Cuba «virtualmente no hay autismo» porque para consumir Tylenol se necesita dinero, y que hay otros lugares donde no hay Tylenol ni autismo, “lo que ya dice mucho”.
Pronunciamiento de la comunidad científica
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) destacó que el paracetamol es seguro cuando se usa correctamente, y que no tratar afecciones como la fiebre puede tener consecuencias más graves.
Por su parte, la Autism Science Foundation señala que la evidencia no demuestra un vínculo definitivo entre el paracetamol y el autismo, aunque algunos estudios, como uno de la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinai, sugieren que la exposición prenatal podría aumentar el riesgo de trastornos del neurodesarrollo, incluyendo autismo y TDAH.
El anuncio se produce en el marco de una serie de acciones de la administración Trump para controlar agencias de salud y proponer cambios en esquemas de vacunación, en un contexto marcado por controversias sobre la solidez científica de las medidas.
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