Un equipo de científicos del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (España), el Hospital West China de la Universidad de Sichuan e investigadores del Reino Unido demostraron que una terapia con nanopartículas revirtió el alzhéimer en ratones.
El mecanismo funciona con fármacos moleculares que se emplean para restaurar la función adecuada de la barrera hematoencefálica que regula el entorno del cerebro.
El estudio, publicado el 7 de octubre en la revista Signal Transduction and Targeted Therapy, detalló que las pruebas se centraron en restaurar la función normal del sistema vascular cerebral, en lugar de actuar directamente sobre las neuronas, como se hacía hasta ahora con las nanopartículas.
De acuerdo con los autores de la investigación, a diferencia de la nanomedicina tradicional, que emplea nanopartículas como portadoras de moléculas terapéuticas, este nuevo enfoque utiliza fármacos supramoleculares que son bioactivos por sí mismos.
Estas nanopartículas no se dirigen a las neuronas, sino que restauran la función específica de la barrera hematoencefálica y, al reparar esta sección, los científicos consiguieron revertir la patología del alzhéimer en los ratones de laboratorio.
Los hallazgos del estudio resaltaron el papel de la salud vascular en enfermedades como la demencia y el alzhéimer, que están relacionadas con un sistema vascular comprometido. Esto debido a que el cerebro es un órgano que consume una gran cantidad de energía y depende de un alto suministro de sangre para su funcionamiento.
Eliminación de toxinas en el cerebro
En la enfermedad de alzhéimer, la acumulación de la proteína beta-amiloide perjudica el funcionamiento normal de las neuronas y el equipo demostró que las nanopartículas supramoleculares actúan como un interruptor que restablece el sistema de eliminación de toxinas del cerebro.
“Solo una hora después de la inyección observamos una reducción entre el 50 % y 60 % en la cantidad de beta-amiloide dentro del cerebro”, señaló el primer coautor del estudio, Junyang Chen.
Además, los efectos terapéuticos a largo plazo fueron más notables, ya que en un experimento que realizaron en un ratón de 1 año (equivalente a un humano de 60 años de edad) con las nanopartículas, el animal recuperó el comportamiento sano después de 6 meses.
El líder del estudio, Giuseppe Battaglia, destacó que el efecto a largo plazo proviene de la restauración del sistema vascular del cerebro a través de las nanopartículas cargadas con fármacos supramoleculares.
“Creemos que funciona como una cascada, cuando se acumulan especies tóxicas como la beta amiloide en el cerebro, la enfermedad progresa. Pero una vez que la vascularización puede funcionar nuevamente, empieza a eliminar esta proteína y otras moléculas dañinas, lo que permite que todo el sistema recupere su equilibrio”, agregó Battaglia.
La también investigadora del estudio Lorena Ruiz Pérez indicó que el estudio demostró una notable eficacia para lograr una rápida eliminación de beta-amiloide en el cerebro, lo que sirve para restaurar la función saludable en la barrera hematoencefálica y conducir a una reversión del alzhéimer.
Los autores enfatizaron que el estudio es una vía “prometedora” para el desarrollo de intervenciones clínicas efectivas, que aborden las contribuciones vasculares a la enfermedad de alzhéimer y mejoren los resultados de los pacientes.
Para ello, el equipo debe seguir avanzando con las pruebas con animales en laboratorio antes de que el mecanismo pueda ser aplicado en humanos.
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