Marín Buitrago, quien fue capturado en España y actualmente se encuentra detenido en Portugal en proceso de extradición a Colombia, lideraba una organización criminal dedicada al contrabando de cigarrillos, licores y confecciones. En la audiencia, se presentó evidencia que confirmaba que «Pitufo» pagó grandes sumas de dinero a un familiar de un ministro del gobierno de Iván Duque, así como a otros altos funcionarios y exdirigentes del Estado, para remover a Juan Carlos Buitrago Arias de la dirección de la Polfa. Esta acción se tomó como represalia por las operaciones de la policía que habían golpeado fuertemente la estructura criminal de Marín Buitrago, además de las investigaciones en curso que amenazaban con su captura inminente.
La participación de Juan Carlos Buitrago Arias se vuelve clave en este contexto, ya que su trabajo al frente de la Polfa fue esencial para desarticular operaciones de contrabando en el país, lo que convirtió a su figura en objetivo directo de esta red criminal. La investigación revela la relación entre el ataque a su persona y la lucha contra el crimen organizado, lo que pone de manifiesto la conexión entre la corrupción y el contrabando en las altas esferas del gobierno.
El año pasado, en una operación encubierta llevada a cabo por la Fiscalía y la Policía, se obtuvieron 17 evidencias de sobornos a funcionarios públicos, por un monto cercano a los mil millones de pesos. Esta red de sobornos permitió a Marín Buitrago y su organización continuar con sus operaciones ilícitas, pagando hasta 300 millones de pesos mensuales a directivos, 50 millones a jefes regionales y 70 millones por permitir el paso de contenedores con cigarrillos de contrabando.
El caso de Marín Buitrago y la implicación de funcionarios públicos resalta la gravedad de la corrupción dentro de las instituciones del Estado. La lucha contra el contrabando y el crimen organizado enfrenta un desafío constante debido a las infiltraciones en las estructuras gubernamentales, las cuales han permitido que organizaciones criminales como la de «Pitufo» operen durante décadas. La remoción de Juan Carlos Buitrago Arias de la Polfa fue un golpe directo a los esfuerzos para desmantelar estas redes, lo que demuestra la importancia de su figura en la lucha contra el contrabando y la corrupción en Colombia.
Este caso subraya la necesidad urgente de fortalecer las instituciones y garantizar que la justicia se imparta sin interferencias ni sobornos.